El vicepresidente sería incapaz de admitir una incompetencia de la cual se advirtió hace más de un año y de la que se ha venido hablando e insistiendo todos estos meses. El presidente prefirió hacerse el desentendido el otro día, cuando dijo que los cortes son obra de “infiltrados” que mienten y confunden dentro de las empresas de generación que fueron nacionalizadas por su Gobierno y que al poco tiempo comenzaron a dar problemas.
García Linera dice que las empresas estatales son el pilar de la economía boliviana. Vaya forma de calificar los problemas que está ocasionando en el país, no las empresas, sino la torpeza supina con la que están administrando las instituciones que estaban funcionando adecuadamente. Jamás, en las últimas décadas una región como Santa Cruz, que concentra la mayor actividad económica del país ha tenido que soportar apagones de SIETE HORAS. Eso pertenece a la prehistoria, hacia dónde nos están llevando las políticas que maneja a los tumbos el régimen de Evo Morales.
El vicepresidente brota pecho por YPFB. Por favor. Si ese no es más que un engendro que no ha terminado de cobrar forma y así, no ha parido más que corrupción y malos manejos. Dónde está la industrialización, los mercados. Ni un solo pozo petrolero perforado en tantos años. Es el colmo de la ineficiencia. Si García Linera va a resaltar el alto nivel de ingresos, que especifique que eso ha sido gracias la Ley de Hidrocarburos que se aprobó antes de que el MAS llegue al Palacio Quemado y que si seguimos exportando gas a Brasil y Argentina se debe a la gran actividad hidrocarburífera que se generó a raíz de la Capitalización Eso es simple inercia. Después del 2003, la industria gasífera boliviana no ha experimentado más que desastres.
Lo mismo se puede decir de la minería. Si hay rentabilidad es gracias a los precios internacionales. En los últimos seis años no se ha hecho absolutamente nada por incrementar la producción y menos por industrializar siquiera un gramo de mineral. En Huanuni, una de las empresas más grandes del sector, han multiplicado los puestos de trabajo por cuatro y el producto es el mismo. ¿Y ENTEL? Que diga el vicepresidente por qué condonarle impuestos a una empresa que va tan bien como él dice.
Por último, producir cartón, azúcar, palos de escoba, aceite o lo que fuere. El Estado, ni aquí ni en la China nunca ha sido un buen administrador de casi nada. Si hay honrosas excepciones como la de Petrobrás, por ejemplo, es gracias a la creación de un modelo específico que reproduce las ventajas de la administración privada. Cuba, uno de los grandes productores de azúcar del mundo, hoy tiene que importar este producto. La Unión Soviética llegó primero al espacio pero era incapaz de abastecer su mercado con lo más básico y en ese camino anda Bolivia, por obra y gracia del Estado Empresario que sólo figura en la cabeza del dogmático vicepresidente.
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